miércoles, 6 de octubre de 2010

Inteligencia artificial


El propósito de la Inteligencia Artificial (IA) es hacer computacional el conocimiento humano (no analítico) por procedimientos simbólicos, conexionistas o híbridos. Se puede estudiar desde dos perspectivas: desde lo natural, mediante el análisis del conocimiento y los procesos cognoscitivos y las leyes naturales de otras ciencias (biología, medicina, neurología...); y desde lo artificial (ingeniería de síntesis) donde dada una necesidad se crea un programa informático para satisfacerlo.

El concepto de inteligencia que utilizamos está sacado de la psicología, con lo que la IA supone acercarse al comportamiento humano ordinario. Un experto de estos temas, Newell, acuñó el término del "principio de racionalidad", por la que se enuncia "qué hacer" pero no "cómo hacerlo".

El sueño de mecanizar los procesos del pensamiento es muy antiguo y procede de los griegos: Platón, y despues Descartes, Boole, Leibnitz y Hobbes. Pero a partir de 1943 unos pioneros llamados McCulloch, Pitts, Von Neumann, Wiener, McCarthy, Newell, Minsky, Kleene, Davis, Uttley, Shannon y Alan Turing dan forma a lo que hoy encontramos como IA: ¿pueden pensar las máquinas?.

Hacia 1975 se da un cambio brusco, para qué buscar solucionadores generales de problemas. Se concreta en determinados dominios estrechos de problemáticas específicas, dando lugar a los Sistemas Basados en Conocimiento (SBC) y en los Sistemas Expertos (SE).

A partir de 1980 vivimos una nueva etapa, que aún continúa, con el renacimiento de la computación neuronal o conexinista.